jueves, 27 de marzo de 2014

Cuaresma íntima

Cristo del Mandato de Santa María la Blanca
 Nadie duda de la religiosidad popular en Sevilla, sobre todo, del papel activo de sus hermandades y cofradías; las cuales llegan a parar durante una semana la vida de una ciudad. Nadie puede dudarlo, y el que lo haga: simplemente no vive la realidad.


La Cuaresma va pasando con mucha rapidez. Hace poco nos poníamos la ceniza en la frente y hoy ya vemos pasos montados en las distintas iglesias. En un suspiro, todo habrá pasado y nuestras imágenes volverán a los altares donde nos esperan siempre. Sin embargo, en todo ese tiempo loco que se llama Cuaresma y Semana Santa se escapan también muchos detalles a los que no echamos cuenta porque nos volcamos más en cultos de hermandades conocidas, en actos extraordinarios o en la vida diaria de nuestras cofradías. Me refiero a que se nos escapan los pequeños cultos que se organizan en templos donde no hay hermandades. Por ejemplo, la Parroquia de San Bartolomé organiza todos los viernes de este tiempo litúrgico un Vía Crucis por el interior del templo. Además, esta semana sacará por la feligresía al Cristo de las Ánimas, una desconocida y hermosa obra del siglo XVI. Unos metros más en dirección Puerta de la Carne, en Santa María la Blanca, mañana vuelve después de una restauración el Cristo del Mandato, que también recorrerá las naves de esta iglesia barroca. Omnium Sanctorum asimismo tendrá el sábado su Vía Crucis con el Cristo de la Buena Muerte.
Escuela de Cristo

Y el Jueves Santo se instalan los Monumentos. Son los grandes olvidados. Nadie se percata de ellos. Hace 3 años, mi amigo Manolo Rodríguez y un servidor, viendo que ninguna cofradía salía, nos decidimos darnos una vuelta, ver la Ronda de los Armaos y visitar los Monumentos. Fue una auténtica delicia ver cómo las monjas de clausura y las parroquias instalan los Monumentos. Uno descubre las joyas escondidas que hay en los conventos de la ciudad. La exquisitez y el sumo cuidado predominan en este altar efímero de Sagrarios Pobres, como los definió Joaquín Romero Murube. Dios se halla presidiendo el lugar y hay que cuidarlo ya que es el día en el que se instituye la Eucaristía. Les recomiendo disfrutar de estos detalles que nos regalan estos lugares donde no hay cofradías, ni pasos, ni nazarenos, ni bandas. En ellos también se vive la Cuaresma y la Semana Santa, de igual forma que en la calle cuando sale un Vía Crucis de una hermandad o es la Función Principal de otra. Son lugares donde uno encuentra esa Cuaresma íntima alejada del bullicio.

Juan Manuel Luna Cruz

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