jueves, 23 de enero de 2014

La NO industria en Sevilla

La semana pasada nos enteramos de una triste noticia como el cierre de la sede de Puleva en Sevilla por la bajada en el consumo del producto.  Esto ha llevado a los dueños de la marca a cerrar una sede, y le ha tocado a nuestra ciudad, concretamente, Alcalá de Guadaira. Llevamos ya un rosario de cierre de plantas industriales como Saimaza, Roca, Flex…, dentro de un claro plan de desmantelamiento industrial de Sevilla a la que la única respuesta posible son movilizaciones de los sindicatos que pueden o no tener una respuesta por parte de la empresa.

Foto: ABC de Sevilla
Los ERES en las empresas industriales en los últimos años en nuestra ciudad, provincia y región se multiplican y aquí, nadie hace nada. Se anuncian muchas inversiones, y muchas inversiones están entrando en la ciudad, pero…no son del sector secundario. Son relacionadas con los servicios, la hostelería y el comercio. Ningún gran industrial ha preguntado al ayuntamiento o a la comunidad autónoma por un terreno donde poder desarrollar una factoría. Y aquí, nadie se mueve por buscar algo. O al menos no aparece ninguna información acerca de ello. Nuestra ciudad ya está convertida en una gigantesca tienda, o un enorme comedor. Muchos periodistas y profesionales de la comunicación, de los que aprendo, admiro y leo, se suelen quejar solamente de los veladores y el ruido de los bares. Pero no les escucho la queja de la poca inversión en industria, ¿qué o quién los calla? ¿Por qué no se habla profundamente de la no industria en Sevilla? ¿Por qué no hay grandes investigaciones sobre la desaparición de polígonos industriales?

Es una pena muy grande que el territorio que tenemos, inmenso, prolífico, con muchas oportunidades en muchos sectores como energías renovables, investigación, alimenticia…se esté perdiendo poco a poco y se convierta Andalucía y Sevilla, concretamente, en una ciudad terciaria donde los apoyos son pocos.


Hay que dar la vuelta a la patata, hay que coger el toro por los cuernos y demostrar lo que valemos. Dar oportunidades a las pequeñas empresas para que puedan desarrollar sus actividades (pero de verdad, no dando diplomitas y golpecitos de espalda), hay que escuchar las inquietudes de las personas que salen de la carrera y no saben qué hacer, mostrarle un camino para que puedan desarrollarse como trabajador, no hay que bajarse los pantalones con el dinero, venga de donde venga. Nuestra ciudad vale mucho. Sus ciudadanos valen más. Por eso, entre otras muchas cosas, hay que defender la industria en Sevilla, potenciarla y que no desaparezca. No seamos solo corneta, tambor, capote y faralaes. 

Juan Manuel Luna Cruz

domingo, 12 de enero de 2014

El veneno tecnológico

Entre los muchos regalos que nos han traído sus Majestades los Reyes Magos de Oriente se encuentran los aparatos tecnológicos como tablets, móviles de última generación o portátiles modernos. Las torres de ordenadores fijos y los ladrillos de nokia se han quedado atrás. Ahora, lo que vende es lo ligero, dinámico, accesible, con un diseño espectacular y una velocidad nunca vista. Nuestras casas se están llenando de estos aparatos con los que trabajamos, disfrutamos de nuestro tiempo de ocio, comemos, vamos al váter y, alguno que otro, dormirá con ellos.
Estudio realizado sobre el uso de móviles y tablets en España

La realidad se está trasladando a una pantalla. No nos fijamos en lo que hay en la calle si antes no aparece como aviso en la tablet o en el tuiter. Si no tienes todos esos elementos, muchos dicen que no estás en la sociedad. Pueden tener o no razón. Yo, personalmente, no la comparto. Aparte de que pienso abiertamente y sin tapujos que nos estamos convirtiendo en borregos con este veneno que son los ordenadores, portátiles y móviles, hay que tener en cuenta otra cosa: que lo que llevamos en la mano todos los días es un auténtico peligro.

Se lo explico en primera persona. Para poder funcionar el sistema de mi móvil y de la tablet que ahora tengo, he tenido que poner mi correo y mi contraseña para que pueda activarse, es decir, los 2 aparatos funcionan con mi correo electrónico personal. ¿Y si me roban? ¿Y si le entra un virus a alguno de ellos? ¿Me tengo que aguantar y cambiar del todo todas mis cuentas?


El riesgo con el que entramos en el mundo de Internet no es conocido por nosotros. No sabemos que lo que llevamos en el bolsillo ya no es un móvil, sino un ordenador donde guardamos datos personales. El peligro está ahí y simplemente, lo aceptamos. Muchos me podrán decir que yo también uso estos aparatos (más todavía ya que mi futura profesión es asignatura obligatoria el uso de ellos), que si no participas en Internet no eres nada, que el futuro está en las redes…Todas esas razones son ciertas pero debemos tener en cuenta y valorar lo que exponemos en nuestro Feisbú y tuiter. Todo ello quedará reflejado siempre y alguien lo verá alguna vez en algún lugar del planeta. Ahí es cuando nos daremos cuenta del veneno tecnológico que nos han introducido y habrá que buscar una solución ante ello. 

Juan Manuel Luna Cruz