viernes, 23 de noviembre de 2012

¿Procesión de la Espada? ¿Eso qué es?


Hoy muchos pueden interpretar que es un día importante para Sevilla. Pudo serlo hace unos siglos, pero la vida, la historia, la sociedad, entre otros aspectos que nos rodean van cambiando y lo que hace 200 años era importante, hoy no se acuerda ni el Tato de Utrera de ello. ¿Y por qué digo esto?

Esta mañana muy temprano me he levantado porque se celebraba en la Catedral una serie de actos, que todos los años se recuerdan, en torno a la festividad de San Clemente y la conmemoración de la Reconquista de la ciudad por parte de San Fernando. Comenzaban a las 8 y media con la apertura de la urna y una misa. Sobre las 10 llegaba la corporación municipal, con el alcalde a la cabeza para celebrar la procesión de la Espada.

Si les digo la verdad, si lo contara, parecería que le estoy narrando un hecho verídico del admirado Paco Gandía. Un cortejo con todos sus detalles, con más gente dentro de él que viéndolo, para pasear por las naves catedralicias a una espada y al Pendón del Rey Santo. Un incensario, una naveta, unos ciriales, la cruz patriarcal, un tramo con señoras y señores muy bien vestidos, otro tramo con los caballeros de la Orden de San Clemente y sus señoras vestidas de mantilla, los canónigos, las reliquias de San Clemente, los maceros del consistorio, la corporación municipal, el Pendón portado por el concejal más joven, la espada llevada por Juaninasio, la Policía Local de gala…vamos para grabarlo y rellenar 2 o 3 minutos del informativo local.

Critico este acto porque está muy alejado de los sevillanos, es muy protocolario (como todos los que acontecen en nuestra Catedral); y provoca el olvido de los ciudadanos, que literalmente pasan de ver estas cosas. Nada más hay que ver el ambiente que se respiraba esta mañana, había incluso concejales bastantes desorientados. Se podría orientar para verlo como una cosa curiosa en nuestro almanaque y mostrar lo que significa para nuestra historia, pero de una forma menos arcaica y rocambolesca como es respetando un protocolo del siglo XVII o XVIII.

También hay que señalar la numerosa presencia de estudiantes sevillanos de secundaria y bachiller, que acompañados por su profesor, veían con curiosidad (al mismo tiempo que hablaban por las blackberrys y los iphones) el desarrollo del acto y la llegada de las personas a ver a San Fernando. Con actividades como esta, podemos dar a conocer los entresijos que tiene nuestra urbe y sus tradiciones.

Para no ser tan negativo, les dejo con algunas fotos de la remozada e impresionante Capilla Real, otra joya olvidada, y con las naves de la montaña hueca, como dicen algunos.

Juan Manuel Luna Cruz




                                             

2 comentarios:

  1. Me gusta. Me gusta la gente crítica con lo que no le gusta de su alrededor Y digo la gente crítica y no, que critíca. Eso es otro cantar.
    Me gusta que, al menos, pongas de aviso que te has dado cuenta de que hay cosas que son tradiciones que se pierden y no deberían perderse mientras conservamos otras que ya no tienen sentido.
    Hay quienes no se acostumbran a que la vida cambia. Y creo que no es malo. No soy de los inmovilistas, aunque sí que hay que saber hacía donde ir, y cómo llegar. Pensar en el destino y el camino que nos lleve. Me alegra que la gente joven se detenga en estos aspectos y haga detenerse a los demás.
    No olvidemos dónde apoyar nuestra propia existencia. Hay cosas que no cambian, que no se mudan, cosas trascendentales, y sin embargo las vestimos con cosas que no tienen sentido.
    Más coherencia y conciencia y menos espada, que los critianos luchamos con el corazón y la razón, no con armas por muy tantas que se las venga a llamar.
    ¡Enhorabuena por esta entrada!!

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  2. Pero al final no me ha quedado claro..... ¿quién era ése tal Fernando? ¿porqué la espada? ¿porqué en la catedral? ¿porqué es el patrón? ¿no sería mejor hacerlo en la mezquita? ¿o no hacerlo siquiera? ¿no es mejor irse a la feria y dejarse de cosas de la historia?

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