miércoles, 27 de febrero de 2013

La mística del Cachorro


-Tiene usted que cuidarse, José. Los últimos análisis dicen que el colesterol lo tiene en niveles altos-dijo el doctor.

-Pero si ya estoy mayor, para que cuidarse…

-Hombre, para disfrutar con la familia, con los hijos, con los nietos…

“¿Disfrutar? Con lo que hay ahora: el paro, la educación, la sanidad, con todo esto mejor prefiero recibir a la canina”, pensó para sus adentros.

Cuando José salió del centro de salud, cruzó la calle de la antigua carretera a Camas y se dirigió a la Capilla del Patrocinio. Era viernes 15 de febrero y su Cachorro estaba subido en el paso. Se sentó en un banco al lado de su Cristo y comenzó a mirarlo con los ojos cansados, los ojos de toda una vida trabajando: primero, en los tejares que abundaban por aquella zona,  porque desde la juventud no había parado de luchar; después, se metió en una de las muchas empresas que abrieron en los 60 y 70 donde prometían bienestar; allí también metió a sus hijos pero ahora, con la maldita crisis, la empresa ha cerrado y todo el mundo a la calle.

José se alegra porque sus hijos están luchando y se hacen huelgas, encierros, protestas, la gente los arropa, se hacen boicots a los productos de la multinacional, pero al final él cree que nada de nada. Será por la edad o por lo que ha vivido, pero no tiene muchas ilusiones de que esto se solucione.

Mira para arriba, como su Cristo, el que acompañaba de pequeño por una calle Castilla vacía, llena de niños, muchachos y chuchos merodeando el paso pequeño que antes tenía el crucificado. “Antes era más cercano”, piensa. “Ahora está muy alto, parece que lo quieren alejar de la gente”. Lo ve, sonríe, recuerda sus años mozos correteando por Alfarería, por Chapina, cuando esto era el final de Sevilla. Le habla a su Dios. Se acuerda cuando se quemó la Señorita. “Casi nos quedamos sin ti”, le musita con los labios.

Mira al altar mayor y reza a Patrocinio, pero se queda sentado al lado del Dios de la Cava. No ha leído nunca a San Juan de la Cruz ni a Santa Teresa de Jesús para descubrir la mística. No le hace falta. José le habla al Cachorro y él le responde. No le hace falta las distintas vías de la mística. La mística es el propio Cachorro. Él sabe que allí, en esa capilla chiquitita, se encuentra su amigo, su compañero de alegrías, penas y fatigas, el que no le va a dejar nunca, su hermano, su padre, su Dios: Cachorro.




Juan Manuel Luna Cruz

miércoles, 20 de febrero de 2013

El Coloquio habla de Zoido y sus medidas


-¡Bernardo! ¡Hace tiempo que no charlamos!- ladra desde la esquina de Conde de Barajas con Trajano Juana.

-¡Es verdad! Nuestra última conversación la tuvimos empezando el año y dentro de ná, estamos con pasos en la calle.

-Bueno…Vamos a dejarlo…que no tengo ganas de hablar.

-Vale, se me ha escapado algo de guasa con el comentario. ¿Qué propones que hablemos en medio de este espacio tan espectacular como las columnas de Hércules?

-¿Hablamos en esta tarde-noche de la inminente actualidad? Se ha lanzado desde el grupo municipal del PP un paquete de medidas para rebajar el paro en nuestra ciudad un 50 %, aproximadamente unos 46000 desempleados que conseguirían un puesto dentro del pacto que ofrecen los populares a los socialistas.

-Hombre, eso está muy bien. El titular queda muy bonito, atrayente como tú dices, pero hay muchas 
medidas que dependen también de la Junta de Andalucía, y el gobierno autonómico no es que se lleve divinamente con Zoido.

-Ya, por ejemplo, desbloquear la venta de la Gavidia, el dragado del río, la ciudad de la Justicia, la red de Metro…Creo que se han puesto las miras bastante altas.

-Yo creo más bien que lo que empieza a haber es prisa, mucha prisa. Estamos a pocos meses del ecuador del mandato de Zoido y con la Junta ya casi inalcanzable por los escándalos de corrupción en el PP, Andalucía ya se les escapa a los populares como el humo. Por lo tanto, lo que intentan hacer es empezar a salvar los trastos donde pueden. A mí me da la sensación que el alcalde ha abandonado ya la carrera de presidente de la Junta, salvo sorpresa. Se va a concentrar en Sevilla, porque esta ciudad tiene tela de guasa y por mucho que tú arregles el balance del ayuntamiento, la convivencia entre partidos dentro del consistorio y tengas un déficit cero; lo que quiere la gente es ver cosas, palpar cosas, hechos, obras monumentales, porque aquí nos va eso. Zoido tiene que poner en marcha grandes proyectos ya, para que se vean en la calle y ganar puntos para las próximas elecciones.

-Por dios, qué exagerao eres…

-Sí sí, no me equivoco. Se dice que cuando un presidente llega a la Casa Blanca por primera vez, todo el trabajo de la legislatura se concentra en la reelección. Pues el equipo de Zoido está haciendo eso ya, trabajando para que de nuevo gane en 2015. Ahora apela en el empleo, pero en el fondo es el modelo de ciudad que está planificado: terminar la red de metro, la ciudad de la justicia, los autobuses del Prado, el dragado del río…

-Vaya análisis, pues yo quiero decir que si es para que las personas encuentren trabajo, lo consigan y puedan mejorar su bienestar, bienvenido sea. Eso sí, que se llegue a un acuerdo y se hagan las cosas bien, ni desfases en un presupuesto (que eso ya nos lo sabemos con las dichosas setas), ni desprestigiarse unos a otros (que si tú más, o tú más, o tú más), no por favor.

-A ver si es verdad lo que dices, Juana, porque para algunos no existe el trabajo por los demás, sino el perpetuarse en el poder para no irse del sillón nunca.


Juan Manuel Luna Cruz

lunes, 18 de febrero de 2013

Reflexión


Después de la pesadilla que vivimos ayer muchos cofrades, hermanos, fieles y devotos, creo sinceramente que debemos bajar la cabeza y mirar de reojo a la cruz desnuda, símbolo puro y duro de la Fe y también de reojo al prójimo, el que está al lado nuestra, al que ayer dirigimos nuestros peores comentarios y nuestras miradas más despreciables. Y es que ayer, si las miradas mataran, no hubiera quedado ni Jesucristo vivo.

Cuanto egocentrismo en un seno de una supuesta “institución”, cuanto mensaje de protección del patrimonio enmascarado de orgullo, cuanta mirada por encima del hombro, cuantos comentarios fuera de lugar en medio de una celebración que se supone que es de fraternidad y fe. 

Señores, reflexionemos, hagamos todos un pensamiento con nosotros mismos y charlemos con los demás sobre qué es lo que queremos y lo que no queremos, qué tenemos que hacer y qué es lo que no. Si hay personas que no hubieran querido participar en el Vía Crucis de la Fe, no participen, digan que no y observen desde el lugar del espectador o desde el fiel devoto. Pero no busquen protagonismos por favor. Hagan un esfuerzo, no revienten ilusiones en unos segundos y sean valientes. Una imagen no es para la eternidad. Una escultura se desgasta y más las que están cerca de las personas. El Gran Poder, o Pasión, o el Cachorro les llegará el momento de sustituirlas porque a todo le llega su momento. Pero, por favor, no las alejen de los fieles.

Ayer se perdió una magnífica oportunidad de hacer protestación pública de nuestra fe, la de muchos sevillanos que vemos a Dios en nuestras imágenes. Algunos le echan la culpa a las hermandades que quisieron echarse a la calle, otros le replican. Yo creo que la culpa la tuvimos todos, repito todos. Por cierto, más le llovió el Viernes Santo del 2012 al nazareno de la O en el puente de Triana que la llovizna que cayó ayer.






 Juan Manuel Luna Cruz

jueves, 7 de febrero de 2013

A la Bella Piconera


Tengo preparado mi billete para visitarte, Bella Piconera. Siempre te he dicho que me encantan las fiestas donde tu gente es capaz de reírse de sí misma y convertir un simple tablao en el Altar de la Libertad.

No sabes las ganas que tengo de verte después de tanto tiempo, Hija de la Mar. Nuestro encuentro siempre es breve, pero siempre nos despedimos con un hasta luego. Porque nunca hay que despedirse, simplemente separarse hasta el próximo encuentro. Mientras me encuentro en tu Tacita de Plata, me acabas enamorando todos los años con las letras de tus hijos: aquellos que viven y mueren por ti. Los piropos que yo pueda decirte no son comparables con los que dicen los gaditanos y las gaditanas, que son los que sufren contigo, comparten tus alegrías y tus penas.

Estos días te ponen guapa, te visten de piconera, de cigarrera y se pasean por tus calles para demostrar que antes de la llegada de doña Cuaresma, estás tú y don Carnaval. Y que durante unos días, tú eres la reina de los carnavales personificado en una chiquilla elegida por el pueblo sabio y soberano.

Bella Piconera, no veo el momento de encontrarme con la sal de tu Caleta, con el aroma de tu Plaza de las Flores, con el bullicio de tus paisanos, con la frescura de tu brisa, con la caricia de tus vientos, con las dulces voces de tus coplas.

Ya estarán las casas de tu gente llenas de coloretes que llenan de alegría este valle de penurias. El inmenso océano brillará sus aguas con la luz del Sol que nos prestas de vez en cuando y que se refleja en la calle Betis del arrabal trianero.

El camino se me hará eterno, cuando pase el Puerto ya estaré soñando los ojos almendrados de viñera que tienes; cuando llegue a Cortadura, mis piernas empezarán a flaquearme porque nuestro encuentro siempre es especial. Se me olvidarán las penas y me inundaré de alegría al verte de nuevo. Y es que contigo, Cádiz, muero. 

Juan Manuel Luna Cruz

                                                          Foto de veraneocadiz.com