Nuestro sin par chucho se encuentra hoy en una de
las plazas más bellas de la ciudad, Santa Isabel; con los ojos entreabiertos y
recostado sobre el suelo, a la sombra de un naranjo y deleitándose con el
sonido de la fuente y la imagen de la portada renacentista del convento de las
monjas filipenses.
-¡Bernardo, no te me escapes que hay que hacer
balance del año!-grita Juana, muy apurada porque ha visto que todos los medios
han hecho resumen menos ellos.
-Vamos a ver Juana, si nosotros somos un blog
cualquiera, como vamos a hacer resumen del año con los pedazos de vídeos,
álbumes de fotos y grandes crónicas que te encuentras en los periódicos.
-Es verdad, ¿y entonces qué hacemos? Porque no
podemos despedir el año sin ná.
-Pues mira, a mí se me ha ocurrido que en vez de
tanto pasado porque no pensamos en lo que puede venir en este 2013 que se nos
cae encima.
-¡Es cierto! Venga, ¿tú qué crees que será
importante en este año nuevo?
-Hombre, yo seguiría atento a los problemas de las
personas que están en paro, o en comedores sociales o las familias que
subsisten de las pensiones… a todas esas cosas, no a los problemas económicos,
porque eso no va conmigo. Intentaría echar una mano en todo lo posible, con
gestos o detalles cotidianos, que son los que mantienen a raya a las cosas
malas. Me pasaría alguna vez a donar sangre, que hace mucha falta, atendería a
las personas que llamasen a mi puerta, lucharía por mejorar mi entorno más
próximo y conseguir metas propuestas porque así, poco a poco, vamos ganando a
las adversidades.
-Eres un idealista, te pareces a los que se ponen el
día de año nuevo: “voy a adelgazar” o “voy a dejar a fumar”, pero con más
pájaros en la cabeza-contestó Juana.
-¿Tú crees que es imposible lo que he dicho?
-Yo digo que necesitarías mucho tiempo para
conseguirlo y que conforme pasan los días, salen obstáculos. Mira, mi deseo para
este 2013 es que vayamos viendo el día a día, con metas, sí, pero pensando en
lo que hoy tenemos y a la mañana siguiente, ver si sigue habiendo lo mismo o ha
cambiado la cosa. Porque ese fue uno de los pecados que nos llevó a esta
maldita crisis: la de ver más allá de nuestras posibilidades y no vivir el
momento exacto, soñar con un futuro lejano, con una cima de una montaña sin
pararnos en observar el camino.
-Si yo soy idealista, tú eres realista.
-Por eso nos llevamos tan bien, ese binomio
idealista-realista nos permite charlar muchas veces y espero que en este 2013
muchas más.
-Evidentemente, Juana. Bueno, te deseo un buen 2013.
-Lo mismo digo Bernardo. Por cierto, ¿esta noche te
vas a poner pajarita para recibir el año?
-Puede Juana, puede que te sorprenda.
Juan Manuel Luna Cruz
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