Estos días, se puede pasear por una Sevilla solitaria, que
ha sido abandonada porque mucha gente (no toda) que se marcha a los baños. En medio
de esa tranquilidad y sosiego de las calles, se puede descubrir una tendencia
que está sucediendo en los últimos años y que, a poco que se muestra, da miedo
pensar en el futuro. Se trata del aumento de abandono de viviendas en el centro
de la ciudad. Tanto de grandes casas como de pisos y locales. Este hecho se
está generalizando en los numerosos barrios intramuros y asusta al pensar que
dentro de unos años, apenas vivan personas en el centro de nuestra urbe.
Un vistazo por las fachadas, ventanas o puertas cerradas a
cal y canto da una idea de la dejadez de los edificios y del progresivo
deterioro que sufren muchos de ellos ya que muchos propietarios han dejado
estas casas para mudarse a otras zonas de Sevilla.
Muchos factores pueden dar lugar a estas situaciones; sin
embargo, el principal y como todos ya sabemos es la crisis que sufrimos. El
sector inmobiliario es uno de los primeros que ha sido afectado y hoy día,
vender o alquilar un piso o local es misión imposible. No digamos vender o
alquilar una casa.
Las zonas más afectadas por el abandono de casas y edificios
son el sector de San Vicente-Museo y los aledaños de la plaza del Molviedro y
calle Zaragoza. En la calle Rafael Calvo, entre la plaza del Museo y la calle
San Roque, se han podido contabilizar 4 casas cerradas y abandonadas, con los
cristales de las ventanas rotos y las puertas con candados. También hay casas
abandonadas o que están sin su cartel de venta o alquiler en la calle Abades y
adyacentes.
Otro punto interesante, que tiene más o menos relación es el
incremento de solares y derribos que se están produciendo en numerosas calles
del casco histórico. En la calle Relator hay uno; en la estrechez de Abades,
otro; en González Cuadrado, otro. Y puede haber más que se hayan escapado de la
vista.
Puede ser algo anecdótico, pueden ser simples casos aislados
dentro de otra tendencia, pero los datos ahí están y la observación del
ambiente en las calles también. Ya no vive tanta gente en el centro. Las
personas se han mudado a zonas periféricas. ¿Cuesta mucho dinero comprar una
casa o un piso en el casco histórico? ¿Hay problemas de movilidad para acceder
con el coche o el transporte público y por eso la gente no quiere vivir en una
calle del corazón de la ciudad? ¿No puede haber soluciones a esta situación?
Juan Manuel Luna Cruz
No hay comentarios:
Publicar un comentario