Imagen del debate: de izquierda a derecha, Jorge Lago (Podemos), Pablo Casado (PP), Benigno Pendás, director del CEPC, María González (PSOE) e Ignacio Aguado (Ciudadanos) |
El otro día estuve en un debate sobre comunicación
política en el Centro de Estudios Políticos y Constitucionales donde asistían
representantes de los 4 grandes partidos políticos que se van a presentar a las
elecciones el próximo 20 de diciembre: PP, PSOE, Podemos y Ciudadanos. Por el
Partido Popular estuvo Pablo Casado, por los socialistas María González,
Ignacio Aguado representó a Ciudadanos y Jorge Lago a Podemos.
Las sensaciones personales, después de las
intervenciones de cada uno de los invitados, fueron confusas y muy poco claras.
Cada uno barre evidentemente para casa pero, al final, nadie propone realmente
algo diferente. Como un golpe en la mesa. La conclusión que, personalmente, me
quedó fue que al final todos siguen un mismo camino sin grandes propuestas de
cambio. Como si hubiera un pacto tácito en el que cada uno juega su papel pero
hay reglas que no se rompen para no destruir una cierta “estabilidad” del
Estado. Sobre todo, ante lo que pueda pasar en Cataluña.
Recordarán seguramente como Podemos, después de las
elecciones europeas de mayo de 2014, tenían titulares en los medios de
comunicación que auguraban que la formación de Pablo Iglesias “iba a asaltar
los cielos”. Sin embargo, la reflexión tras los comentarios de Jorge Lago el
pasado lunes fue el de un partido muy moderado, donde las ideas de su origen se
han diluido como el azúcar en un café. Eso podría explicar cómo es un partido
desinflado ante una batalla crucial como el
20 de diciembre.
PP y PSOE siguen con sus tesis. Son los dos partidos
tradicionales que se están amoldando a los nuevos tiempos. Y da la sensación
que, tras las últimas tendencias en las encuestas, más que un chino en el pie,
van a encontrar en Ciudadanos y Podemos, grandes acuerdos para aguantar otra
legislatura más.
Ciudadanos puede ser que sea el partido más
reforzado pero se está uniendo poco a poco a esas viejas formas de hacer
política. Se están viendo estos métodos donde apoya al PSOE o al PP gobernando
como Andalucía, la Comunidad de Madrid o Castilla y León. No ha habido cambios
trascendentales. O al menos no han llegado a los ciudadanos. Es un partido que
está introduciendo algunos cambios pero que parece que se encuentra cada dos
por tres con la pared de la vieja política.
Simplemente son sensaciones, reflexiones, opiniones
personales que me gustaría compartir con ustedes ante los acontecimientos que
seguro que van a suceder en las próximas semanas. Espero estar equivocado
porque si va a haber 4 grandes partidos y todo va a seguir igual sin grandes
ideas y debates en la nueva legislatura, como se suele decir, apaga y vámonos.
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