Plaza del Pumarejo con el antiguo quiosco en el centro de la imagen. Foto extraída de Panoramio.
Andan desorientados.
Buscan sombra en la plaza. Bernardo y Juana han vuelto de sus breves vacaciones
en el Parque. Allí han descansado en ese idílico jardín que nos regaló una
infanta y que cada día que contamos, se nos cae a pedazos. Este año no les ha
gustado cómo han vuelto a cargarse la fuente de los leones, cómo han vuelto a
aparecer pintadas en los bancos, cómo las flores vuelven a ser arrancadas.
-Parece mentira que una
cosa tan bonita sea estropeada. Los que hacen esto tienen que estar muy
aburrios…Con las cosas que hay que hacer en este mundo...
Sin embargo, cuando llegan
a la plaza, se encuentran con la misma sorpresa de otros vecinos: Pepe se ha
ido. Su quiosco no repartirá más periódicos, su sombra no cobijará más a estos
dos reporteros perrunos, los niños no volverán a comprar chicles ni golosinas y
se nota que al barrio se le ha ido algo. Pero pronto se pasa de la pena a la
indignación. El quiosco no se ha ido por jubilación o por orden del
ayuntamiento, se le ha echado por cómo está la situación.
-Juana, ¿cómo me explicas
esto?-dice Bernardo señalando al coloquio de 5 indigentes con litronas a las 4
de la tarde- Al principio nos reíamos, porque eran para una obra de teatro de
Valle-Inclán, pero es que ya han causado muchos problemas y esto no se puede
tolerar-subiendo el tono del ladrido.
-Tranquilo Bernardo,
tienes que relajarte…
-No me relajo Juana, ¿no
dicen ahora que hay que indignarse?, pues yo me indigno de cómo está la plaza.
Hablan de mucha actuación con la botellona, pues aquí no veo ninguna multa
nunca, y si la ponen, ea, nos declaramos insolventes. Lo que deberían hacer es
que cada vez que estuvieran bebiendo, tirarle el cartón de vino, y una vez, y
otra vez, y otra vez…verá como se cansarían y dirían: “ojú compare, aquí están
mu pesaos, vámono a otro sitio”. El palacio se está cayendo poco a poco y nadie
actúa, hasta que ocurra una desgracia. Las calles como Torreblanca, Aniceto
Sáenz, Fray Diego de Cádiz, Relator…necesitan una mano de chapa y pintura. Esto
no será un lugar privilegiado de la ciudad, pero es uno de los sitios de paso
más importantes. Numerosas personas atraviesan para ver la Basílica, las
murallas, el antiguo Hospital…y esto no puede ser el culo del Casco Histórico.
Hay que buscar una solución. No se puede guardar tanto tiempo la mierda en una
esquina porque acaba oliendo.
-Si todo lo que dices es
magnífico, Bernardo. Pero tú sabes lo mejor, que no se puede hacer nada. Que no
te van a hacer caso alguno. Algunos solo aparecen en las elecciones. Además,
hay otro problema Bernardo.
-¿Cuál?
-Que eres un chucho. Y
como tal, nada más que das ladridos. No entienden lo que dices. Por tanto,
confío poco en la actuación política. Solo nos queda cantar las glorias del
barrio: el taller de Ojeda, la plaza de abastos, las murallas, las iglesias
gótico-mudéjares, San Luis de los Franceses, los bares (verdaderos senados
sevillanos)…y las penas que se ahoguen en un pozo. A mí…que me quiten lo bailao,
pero que no me quiten a la Esperanza.
-Amén.