El otro día tuve una pesadilla mu malita, de esas
que luego no te dejan dormir el resto de la noche. No sé por qué sería. Se la
voy a contar a ver si ustedes, queridos amigos y amigas, me la descifran como José, el
de la Biblia.
Iba yo caminando por una calle del Real y me dirigía
a la caseta de un amigo. Cuando llego a la puerta y me fijo en el portero de la
entrada para explicarle que mi camarada se encontraba allí dentro y me había
dicho que pasase sin problemas, resulta que no era un portero, sino una portera
y era nada más ni nada menos que Angela Merkel. Le cobraba a la gente la
entrada (por supuesto en euros) y no dejaba pasar a las mujeres que vestían de
flamencas, porque me dijo que todo el mundo debía ir con chaqueta como la que
suele llevar ella. Menos mal que mi amigo salió y pude pasar. Pero es que la
cosa continuaba. Atravesando la caseta, me encuentro varios corrillos con
varias jarras de rebujito acumuladas como el de Hollande, Sarkozy y Marine Le
Pen, ¿de qué estarían hablando?; Rajoy tocando las palmas y haciendo oídos
sordos a lo que le decía Rubalcaba junto a Toxo y Méndez; bailando sevillanas
la juez Alaya y José Antonio Griñán, alrededor un coro con las magnificas voces
de Mar Moreno, Antonio Fernández, José Antonio Viera a la guitarra y con un
coca, cola al lado de todos ellos, Francisco Javier Guerrero.
El panorama no cambiaba cuando pasamos a la zona de
la barra. Torrijos y Mellet, con una carita antológica porque tenían que pagar
las gambas y Zoido este año no invitaba a nadie. Cristóbal Montoro estaba muy
nervioso porque no le salían las cuentas de los mangazos y los presidentes de
los bancos y cajas no paraban de pedir platos de jamón, pimientos fritos y
tortillas. En cuanto pude, salí corriendo de aquel lugar que más que una
caseta, aquello era el patio de Monipodio que tan bien retrató el genio de los
escritores españoles, Miguel de Cervantes.
Al fin, me desperté, sudando como un pollo. Incluso
mi hermano, un poco asustado porque él también lo había deslumbrado me dijo:
-¿Qué ha pasado Manolo?
-Ná, una pesadilla. No ha pasado ná.
Por la mañana, me encontraba desorientado por lo que
fui a mirar el almanaque para ver la fecha y mi sorpresa fue que era lunes de
Pescaíto. Ojú con la Feria.
Juan Manuel Luna Cruz